Parece aceptado por todos que el TT ha llegado para quedarse. También parece evidente para muchos que, tras su irrupción, precipitada por la pandemia, generó un abanico de reacciones (desde el rechazo o inquietud a dudas, a esfuerzos para adaptarse a las posibilidades, expectativas e, incluso, euforia en algunos que ya venían predicándolo).

Pero también es obvio para muchos, que en unos meses han aparecido más carencias de las esperadas, reacciones negativas, actitudes de no aplicación tras las urgencias, de que realmente no todo es TT “lo que se luce”, de que enmascara otros comportamientos, conductas de procrastinación… 

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) constituyen un llamamiento universal a la acción para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas y las perspectivas de las personas en todo el mundo. En 2015, todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas aprobaron 17 Objetivos como parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en la cual se establece un plan para alcanzar los Objetivos en 15 años.

El Ayuntamiento de Castro-Urdiales, en su compromiso para con el cumplimiento de estos objetivos, ha tomado la iniciativa de formar a su personal en estas cuestiones, una formación que busca sensibilizar y capacitar a los empleados y empleadas públicas para la inserción de estos objetivos en los servicios y procesos que desempeñan, además de para iniciar proyectos y estrategias que busquen desarrollar estos objetivos en la propia ciudad.

Lo sabemos desde hace tiempo, pero hoy más que nunca, necesitamos pasar a la acción para conseguir o, al menos, avanzar, hacia la tan necesaria transformación cultural de nuestras administraciones públicas; una transformación que remueva sus cimientos y promueva cambios, no solo en los procesos y procedimientos, sino cambios más profundos, cambios en las maneras de mirar, en las maneras de trabajar, de planificar.

Por eso, necesitamos ampliar nuestro horizonte y trabajar de manera integrada, de modo relacional y, sobre todo, aprovechando el talento de todas y cada una de las personas de nuestras organizaciones.

Como se ha demostrado en la práctica, la transformación electrónica de los procesos administrativos se ha erigido como una oportunidad excelente para la aplicación de técnicas de simplificación administrativa, porque no se trata de trasladar al medio electrónico lo que hacíamos en papel, sino de aprovechar la oportunidad para mejorar los procesos administrativos.

La racionalización del procedimiento administrativo electrónico se centra en ordenar el procedimiento conforme a un criterio razonable de tiempo, de coste y de la norma, con el fin de que éste sea más ágil y económico, mediante la revisión, simplificación, supresión o modificación de los parámetros que configuran el procedimiento administrativo para imprimirle celeridad, eficiencia y eficacia en la actividad administrativa.

En definitiva, con el análisis, simplificación, y automatización de procedimientos se dispone de una herramienta eminentemente práctica para afrontar el cambio en las organizaciones.

Como se ha demostrado en la práctica, la transformación electrónica de los procesos administrativos se ha erigido como una oportunidad excelente para la aplicación de técnicas de simplificación administrativa, porque no se trata de trasladar al medio electrónico lo que hacíamos en papel, sino de aprovechar la oportunidad para mejorar los procesos administrativos.

La racionalización del procedimiento administrativo electrónico se centra en ordenar el procedimiento conforme a un criterio razonable de tiempo, de coste y de la norma, con el fin de que éste sea más ágil y económico, mediante la revisión, simplificación, supresión o modificación de los parámetros que configuran el procedimiento administrativo para imprimirle celeridad, eficiencia y eficacia en la actividad administrativa.

En definitiva, con el análisis, simplificación, y automatización de procedimientos se dispone de una herramienta eminentemente práctica para afrontar el cambio en las organizaciones.